lunes, marzo 10, 2008

Historia de carretes

Esta historia es algo vieja es del año 2006, ordenando mis libros,
la encontré, y me pareció simpática como para relatarla.Es de un
carrete en la casa donde mi tío vivía,Daniel era su arrendador, cumplía 36 años más o menos.




Estuve el viernes en un carrete totalmente
masculino. Abundaba el copete, la comida y mujeres muy pocas. Qué
significa esto: MÁS JOTES, MÁS ENGRUPO ; todos esos más. Por otra parte, había música, todo relajado, si tú querías beber algo, tú misma te
servías, lo mismo cuando comías. A diferencia de un carrete femenino,
todo es puntual, todoordenado, todo limpio.


Pasaban las cuatro de la madrugada, y en medio de cantos totalmente rojelios, terminé sentada con un amigo del festejado- Daniel-, él se llamaba: Gonzalo. Tiene 27 años, alto, ojos oscuros,lentes, pelo corto estilo Johnny Deep, que ocultaba con un gorro, delgado. Comienza a contarme que estudia construcción civil, que debería estar saliendo, pero se cambió de la UBB para el Diego Portales, porque no le dio la cabeza allá. Luego pasamos a los gustos, el cine le gusta, pero va muy poco, la última fueBatman.En cuanto a la música, le gusta el blues y la música clásica, Beethoven Sinfonía Nº 5. Después me cuenta que está solo desde Abril y desde entonces sólo a tenido cosas "lijeras", todo sin compromisos y que está aburrido de eso.

Hasta ahí todo bien, conversación y todo eso. Bueno, hasta cuando nos dimos un beso y comenzó a psicoanalizarme y a cuestionar mi mirada, mis actitudes, TODO ESO.Íbamos bien. Me tomé las cosas con calma. me preguntó si estaba polololeando y me salió un natural no. luego pensé: estoy pololoendo, qué soy para él y me acordé que me debía una respuesta.

Pasó a noche y de a poco los treinta y tantos iban disminuyendo, algunos
dormían, otros vomitaban, otros se iban, otros conversaban, todos estaban en su onda.

Entré, luego de insistir que no quería estar más afuera, que yo había venido a compartir y a conocer gente
sentía que él me estaba secuestrando. Además, que mi hermana estaba
preocupada(Quizás qué pensaba que estaba haciendo)Francisco de pronto
aparecía eIsis que también andaba en las mismas.

Pero no pasó nada más allá, porque yo no quise, porque sentí que él andaba
"probando" y no sé... algo me hacía desconfiar de esa actitud de niño bueno. A parte que todo lo analizaba y sentí que él era mucho peor de enrrollado que yo. Eso no me gustó, que cada gesto tenía una doble intención mía, -qué onda-.

Más tarde fue el turno de Daniel. Estaba totalmente ebrio y comenzó a contarme de su expareja,
de cómo ella lo había abandonado después de 6 años de matrimonio. Según
él todo no resultó por culpa de la convivencia, los detalles, y se
terminaron divorciando y cada uno tomó distintos caminos. Entonces fue
cuando me dijo que buscaba una mujer de verdad y que yo era esa mujer,
que no le importaba lo de Gonzalo, porque él le había dicho al gringo- mi tío- que nos invitará porque él quería que yo fuera, y bla, bla, bla.

Quedé plop, porque él estaba raja, no sabia si estaba diciendo la verdad o simplemente estaba engrupiendo para ir más allá. Finalmente, comprobé que era la segunda, pues cuando nos fuimos a dormir empezó a jotear a mi hermana.

Cada vez entiendo menos a los hombres. Al parecer con la edad se van poniendo más inmaduros, temerosos, menos acertivos
y desconfiados. Se refugian en sus amigos, en los carretes, en el
alcohol y en mujeres.Pero en el fondo lo único que quieren es a alguien
a quien cuidar, amar, porque ellos quieren sentirse así, pero dan la
apariencia de que ellos no necesitan de nosotras, que pueden sobrevivir
solos.

Después de este carrete me di cuenta, que los hombres no
están preparados para el dolor, que se escudan en cosas externas,
superficiales para sobrellevar lapérdida, la frustración , la desolación, etc.Tocdo
lo que conlleva el quiebre de una relación y la forma más simple es
otra mujer, es decir, otro clavo saca a otro clavo. Me dio pena, los vi
tan niños, tan indefensos. Una sufre, pero el dolor uno lo vive, lo
sufre. A las semanas o meses va tododesapareciendo y una renace, se siente más fuerte. Pero ellos como que no les gusta sufrir, son como Hedonistas
; buscan sólo el placer y por eso necesitan de otra, porque con ellas
apagan el dolor y dejan de sufrir. El problema es cuando la otra
persona se aburre y quiere otras cosas. Creo que ahí , es cuando la
tortilla se da vuelta yde nuevo vine la cadena. Es un ciclo de nunca acabar.

Al vivir esta experiencia, me digo: -Para qué sufrir-. Los miraba y
pensaba:- Una sufre y se desvive por ellos; qué los hace tan
necesarios, si son así, así dehumanos.No son nada extraordinario como alguna vez los sentimos. Todavía no tengo respuesta, será la genética, será la soledad. Quizás son todas y ninguna.

Ahora siento con más fuerza que estoy en lo correcto, para que aferrarte a algo que no te dará lo que tú deseas, mejor seguir adelante y vivir y disfrutar lo que venga, porque lamentablemente ellos son así, y como dijo Daniel: un hombre es así no es más o menos, es.-

No hay comentarios.: