miércoles, diciembre 19, 2007

Tranformándome en Tita

Durante mucho tiempo le tuve como una especie de pavor a la cocina, porque había cultivado el prejuicio que me convertiría en esa mujer sumisa y temerosa, que siempre caricaturisan los humoristas,y otros que ya no me acuerdo. Pero hoy, nada de eso existe. Le encontré otro sentido.

No hay nada más exiquisito que comer un plato que expele olores extraordinarios, tenga contraste de colores y sabores de ensueño. Por lo menos estas cosas son importantes para mí, a la hora de servírmelo o de preparármelo. Porque digámoslo: no hay nada más desagradable que un palto uniforme, sin sabor y que huela mal-esto es lo peor-.

A la hora de cocinar, me relajo. No pienso en nada malo, no existe nada más, que preparar mi plato.Ya que todos los sentimientos que surgen en aquel momento, quedan plasmados en la preparación. Por eso a la hora de cocinar: tengo ganas, no estoy ansiosa, me abstraigo de los problemas y no me presiono por los tiempos. Solo soy yo y los productos. Yo y mi mundo, creando o comprobando . Es como cualquier otro arte, pues para mí eso es, ahora, la cocina. Un arte más para maravillarse.

Una vez dentro es increíble todo lo que se puede encontrar y aprender. También te vas poniendo más exigente, seleccionas los productos con mayor responsabilidad, no exageras en sus usos y aprendes a innovar.

Me encanta comer, pero comer bien. Algunas de mis influencias son:la comida peruana,la española y la china. La primera hace poco la descubrí y es realmente una maravilla. Es una comida bien condimentada, con mucho sabor, que en la boca se entremezclan tomando sabores inigualables. Es una experiencia bellísima.

Sé que me queda mucho por degustar, y para eso tengo una vida entera. De sólo pensarlo, me encanta, será porque mi signo es uno de los más sibaritas de todos- y realmente es cierto-.

Todavía recuerdo el placer que fue para mi releer como agua para chocolate. ¡Qué libro más maravilloso! Gracias a esta lectura finalmente, entendí que la cocina no es como comúnmente se trata de ver: un lugar para una mujer sumisa, esclava del apetito de su marido. ¡No! La cocina tiene su encanto: erotismo, placer y misterio. No es nada más y nada de menos que otra forma de amar. Porque en definitiva,un plato es una muestra de cariño.

En efecto, estoy de acuerdo con Laura Esquivel al decir que para alguien que cocine, así como Descartes era el pensamiento, la razón- al decir esta frase tan celebre´: Pienso, luego existo-; en la cocina sería: Como,luego existo.

En fin, les recomiendo leer Como agua para chocolate de Laura Esquivel

. Y para aquellos que le tienen fobia a los libros la película.

2 comentarios:

nacteau dijo...

tita trabajadoraaaaaaaaaaaa

Sebastián dijo...

Sinceramente, considero que no hay nada más lindo, no hay gesto más amoroso que te preparen un plato pensando directamente en ti.

Aunque sea el plato más sencillo de todos, pero que haya sido preparado para ti, por ti y pensando en ti, hace que sea el mejor plato del universo.

Como hombre me preocupo mucho de esos detalles, y por sobre todo que tu pareja se preocupe por ti, teniendote un rico plato de comida.

Por lo mismo, he tratado de aprender algunas cosas, para que cuando tenga la oportunidad, poder degustar a mi pareja con mis conocimientos culinarios, y ser yo quien cocine =)



Gracias por el mail... me encantó! =)
Besos y abrazos... y Feliz Navidad!