lunes, enero 21, 2008

Pasión Flamenca



El ritmo de las cajas
cala hondo en el alma,
hirviendo el cuerpo
como fuegos de artificio.
El corazón rumbea
nutriendo las células
con pétalos de rosas.

Los lamentos son el cauce
para abandonar el invierno.

Las guitarras, estrellas
que acompañan durante
la nostalgia nocturna.

Su piel, la tierra humedecida
por las caricias del cielo.
Sus labios, la sangre derramada
en tu desierto finito.
Sus ojos, la oscuridad liberada
en noches de San Juan.

Ella baila con la muerte
Recorre la ruta
que debe abrazar.

Como un suspiro
se pierde en el aire.

Taconea con las palmas,
toma el traje y gira,
mientras su cuerpo se deshoja.
Caen una a una
todas la llagas
de la piel.

Su alma se va
limpiando del recuerdo
¡Por fin es libre!
Siente el canto
del corazón,
porque ha dejado de llorar
y hoy empieza a soñar.

En silencio me marcho
llegando al cielo gitano.

3 comentarios:

Sebastián dijo...

El poema lo iba leyendo con mucha fluidés, hasta que leí "El corazón rumbea" y me dio ataque de risa... tuve que parar y volver a comenzar.

Recuerdas que te conté que mi pequeña baila flamenco?...
Bueno, entonces entenderás que me recordó a ella el leerlo =)


Otro abrazo!

poettissa dijo...

Qué rico que lo hayas asociado a ella.
Vez que la poesía nos conecta con nuestras emociones más profundas.

Sebastián dijo...

Si... veo que nos conecta a mucho =)