domingo, octubre 03, 2010

Un 18 diferente



En la mesa un espacio se dibuja,
el vino envuelve la tristeza,
las empanadas mitigan el dolor,
el mote con huesillo pasó desapercibido,
los pañuelos no se elevan al viento.

Ya no es el mismo dieciocho.
La casa está silenciosa,
los niños juegan con disimulo,
los bailes son desechados.

La cueca se escucha desde el cielo
y mi tío la baila con los muertos.


2 comentarios:

Gato dijo...

Hay golpes en la vida tan fuertes... yo no sé

poettissa dijo...

ASÍ ES... AÚN ESTOY REPONIÉNDOME DEL DOLOR. UN ABRAZO