miércoles, febrero 04, 2009

Cobquecura

Campos verdes me abrazan,
mientras camino sobre el cielo.
El mar me canta en mis oídos
canciones que nunca he oído.

El calor libidinoso
azota nuestros cuerpos,
invita al amor a volar,
a cruzar la nubes
y caer en las aguas del deseo.

Sólo escucho tu voz,
el sonido de tus besos,
tu respiración agitándose
y tus manos deseándome más.

La noche despierta,
las horas duermen,
el espacio de amor se embriaga
y tú y yo nacemos sin cesar.

No hay comentarios.: