Acudo a ti como una niña
que recién aprende a caminar.
Acudo a ti con mis sueños
entre mis manos;
como una ofrenda a nuestro amor.
Acudo a ti con mi cuerpo limpio de recuerdos,
esperando ser redibujado
por tu manos.
Acudo a ti renegando simulacros,
mostrándome tan nítida como un río.
Acudo a ti sin esperar
a que seas mi príncipe salvador.
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