La llagas de tu amor,
no me impiden creer en lo que siempre he creído.
Las llagas de tu amor,
no detienen mi destino;
no apagan las ansias de vivir en el ensueño.
Tiempo atrás el miedo me paralizaba,
mis deseos aniquilaba
y mis ilusiones oprimía.
Hoy todo ha mutado,
todo ha cambiado,
no quiero retroceder mi cauce;
el río cuando corre,
debe continuar hasta el fin de su camino.
2 comentarios:
Un interesante poema. Pero las llagas son siempre hermosas... de las hondas heridas puede surgir una flor... El dolor conduce hacia insospechados puertos...
Gato:
Gracias por pasar.Es verdad que el dolor permite la transformación, pero a veces el dolor constante , te impide avanzar, sobre todo cuando hay mujeres sufren violencia; el dolor en este caso, anula, oprime y no se concibe al amor como un espacio de libertad, sino como uno que oprime y subyuga a otro.
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