Ayer pasé una magnífica tarde. Cómo no va a serlo, si la poesía y la fotografía se reunen en un maravilloso libro: " Y nada queda atrás". La primera en manos de Carlos Trujillo y la segunda Milton Rogovin.
No conocía a ninguno y hoy se integran a mi mundo literario, ampliándolo, envolviéndolo en mundos aún más mágicos.
Qué diferente sería el mundo, si fuera habitado sólo por el arte, o si este hermoso país le diera el espacio necesario a sus artistas, a su propio grito de alerta, a su propia protesta. Sí, sería un país más bello si hiciera visible lo invisible, si le diera luz a aquello que permanece en las sombras, si se aceptara y se unificara el pasado con nuestro presente, dejando de ser un fantasma que despierta a las doce de la noche.
Esta presentación ha calado hondo, ha removido mis cimientos, esto lo hace el arte; la guerra inteligente, el amor por la palabra, a la expresión del alma y al desnudo de los pensamientos quedamos al descubierto y nos mostramos con nuestras perfecciones e imperfecciones.
Una mirada que invita a la reflexión, que cuestiona nuestra vida, lo que aceptamos por verdad y cómo nos quedamos convencidos sin cuestionar nada, sin hacer algo de verdad, algo real.
Puedo concluir, que fue un momento como pocos, un instante que hubiera deseado que no se detuviera, pero las cosas buenas siempre tienen su término, nada es imperecedero.
Dejo a continuación unos breves versos que encontré navegando en internet de Carlos Trujillo de su libro Palabras.
Es totalmente humana la palabra
Incluso si no mueve las manos al hablar
Casi no gesticula si está seria
O nerviosa
Es íntimamente humana
Cuando se mete en estos enredos
Y no sabe cómo salir
No tanto por no saber
Sino porque no hay camino ni puerta ni nada
Es entonces cuando se vuelve más humana
Y no le caben casi los ojos en la cara
Porque entonces no gesticula ni tiene manos
Y ni pies casi tiene
Que es todo ojos
Para ver lo que no usan
Ver los ojos. (p.9)
¿Qué hacer con la palabra
Si ella es tu propio rostro en el espejo? (p.51)
¿Qué hacer con la palabra
Si el rostro del espejo
Hace un guiño y se aleja hacia otro cuarto? (p.52)
LECTURAS
Leo un libro escrito por mi mano
Me encuentro en las palabras
Hay sonidos en que oigo mi sonido
Leo el libro
Me escucho en las palabras
Siempre escucho algo nuevo en las palabras
Nace el autor de nuevo en la lectura
Muere mil veces sin hallar la muerte. (p.65)
También alguna fotos que pertenecen a la obra de Rogovin donde captura Chiloé del año de 1967:
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