
Tomé este camino,
pensando que traería grandes recompesas a mi alma,
más me equivoqué.
Mientras más bello parece el camino,
mayores son las decepciones.
No quiero ser parte de la mentira.
Cada día la realidad se vuelve más cruel y repugnante.
No quiero ser la precursora de mentiras piadosas hacia la gente,
no quiero convertirme en prócer de una guerra desigual.
Cada día espera una nueva agonía
de ansías,
sueños,
acciones,
discursos.
Las esencias se las come
la máquina de la vida inconsciente...
Y así vamos muriendo los que creemos
en la esencia de la vida consciente.