viernes, agosto 29, 2008
Incertidumbre
Quiero dejar
de sentirme marchita
y florecer en tus brazos.
Deseo beber el elixir de vida;
ser eterna un instante.
Anhelo tomar mis alas
y con ellas cruzar
las fronteras del querer.
Mas todo intento se congela
cuando me visita
la incertidumbre.
sábado, agosto 23, 2008
Madamma Butterfly
Desde pequeña tuve una fascinación por la ópera. Me acuerdo que, por aquellos años, en el canal católico, transmitían un programa llamado: Creaciones. Yo no me lo perdía, cuando se iniciaba la transmisión, me despertaba y me quedaba en mi cama, viendo televisión.
Mi favorita siempre fue: Madamma Butterfly, de Giacomo Puccini. La interpretación de Plácido Domingo y no recuerdo el nombre de la soprano, pero ella lograba transmitir, la pena, la melancolía y nostalgia del personaje.
¡Ah, qué tiempos aquellos!, donde la cultura era lo que dominaba en la televisión, hoy no existen programas así, en la T.V. abierta, sólo en el cable, una amplia mayoría de gente, se pierde de conocer otro arte tan antiguo, cargado de historia; simplemente para que no piensen por sí mismo...pero ese es tema para otro día.
Para mí, es una hermosa noticia que otra vez, se vuelva a estrenar este montaje , en mi cuidad y aprovecho de publicar sobre este acontecimiento, tan bello y maravilloso.
Yo por nada del mundo me lo pierdo.
Aquí dejo más información.
Funciones: Jue. 21, Sáb. 23, Lun. 25, Mié. 27 y Vié. 29 de Agosto, 20.00 horas.
Lugar: Teatro de la Univ. de Concepción, O'Higgins #650, Concepción.
Entradas: General $15.000 - Convenios $10.000 - Balcón $5.000 - Estudiantes $5.000.
Artistas: soprano chilena Cecilia Frigerio en el rol de Cio Cio-San, el tenor Luis Olivares como Pinkerton, el barítono penquista Ricardo Seguel interpretando a Sharpless, la mezzosoprano chilena residente en Estados Unidos María Isabel Vera en el rol de Suzuki, todos ellos junto a la Orquesta Sinfónica y Coro Universidad de Concepción, bajo la dirección musical del maestro norteamericano Donato Cabrera, actual Director Asociado de la Ópera de San Francisco, quién visita por primera vez Latinoamérica.
lunes, agosto 11, 2008
Condena a muerte
Desean convertirme en polvo.
Hacer de mi vida el abono
que pide la tierra.
Desean dar muerte
a todo lo que haga recordar.
Lo exigen
y extienden sus látigos,
mas yo me rehuso.
Me quieren despojar
de mis sueños
y lanzar mis ideales al mar.
Me niego a alcanzar
ese mundo donde los sueños
son sólo recuerdos
del ayer,
donde vivir es dejar morir
una parte de ti,
donde los ideales
duermen junto al olvido,
donde la verdad
es manipulada por la codicia,
donde la felicidad
debe ser experimentada
con sustancias;
y el amor vive
bajo las sombras.
No puedo,
¡prefiero la muerte,
antes que ser uno de ellos!
jueves, agosto 07, 2008
El amor que siento
El amor que siento pesa,
lastima como puñal
atascado dentro de la piel,
y en noches de invierno
mi cuerpo no se puede sostener.
Quisiera dejar de soñarte,
quisiera dejar de sentir
este amor que no espera nada,
que se acostumbró a tener un tiempo,
que se alimentó de segundos, minutos, horas.
Que duerme en el día
y despierta en las noches
con más fuerzas y ansias.
Pero mientras más resistencia halle,
más poderoso se hace.
Sin embargo, tu amor no llena el vacío
que tengo en mi alma,
sino que alimenta el abismo
que crece con cada despedida.
lunes, agosto 04, 2008
Caminante
domingo, agosto 03, 2008
Reencuentro con mis amigos
Estos loquillos que ven aquí, son mis amigos; no cualesquiera, son los del colegio. Esos amigos que compartieron mis etapas finales de la vida, con los que hice las locuras más grandes, con los que sentí rabia, con los que alguna vez transgredimos normas, con los que reía descontroladamente, con los que me refugiaba, con los que me sentía acompañada. En fin, esos amigos que son del alma.
Ocho años habían pasado, sin vernos, sin saber nada. Gracias al facebook, nos reunimos el viernes 1 de agosto, en el Gulash. Todos llegamos ansiosos por vernos, saber de nuestras vidas, si estábamos cambiados o seguíamos igual. Sólo faltó Claudio, pero lo recuperaremos.
El local se empezó a llenar, no quedaban muchos puestos, las otras mesas estaban cada segundo más cerca a la nuestra. El sonido demasiado alto, y el cantante no se daba cuenta que no era grato escucharlo, por tal motivo poco podíamos conversar. Entonces, decidimos emigrar a casa de Kena. Pasamos al súper a comprar la malicia y algo de comer.
Al llegar, nos alegramos de estar juntos y poder conversar. Comenzamos a brindar y de ahí no paramos, hasta salió bailetón. Después, calma y de nuevo la conversación hasta las 8 de la mañana. Luego, nos fuimos con la esperanza de no separarnos nuevamente y programando el próximo encuentro.
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